jueves, 9 de julio de 2009

Pienso ¿luego?

Pienso, luego existo:

Eso es situar el carro adelante del caballo, dijo un amigo.

La existencia precede a la esencia, dijo otro.

¿Ustedes, qué opinan?


Más allá de esas sentencias, ¿cómo hacemos para armonizar?

Digo, no sé, la persona que tiene hambre calculo que dirá: Me alimento, luego vemos.

¿Entonces?


Entonces, la filosofía se alimenta, tiene proteínas.

Entonces sólo queda esperar por “traidores de clase”.


Entonces dejen de molestar almas, repartan proteínas.

O repartan fusiles.

Pero repartan algo.


Ecuaciones de bibliotecas: no más por favor.

Los libros no poseen hierro ni vitamina C.


Esperen a ver la idea que tengo, dijo Pedro.

Esperen a ver si alguna idea me hace tener algo, dijo José.

¡Esperen! Yo tengo todo, dijo Ramón.


¿Alguien tiene algo?


Si es así, que convide.


Yo digo: pienso, luego lagrimeo.